martes, 10 de julio de 2012

Crónica Salida Martinet - Envalira - Pailhères



Año a año se van recuperando antiguas tradiciones y esta temporada no ha sido una excepción ya que el pasado fin de semana tuvo lugar la, probablemente, excursión más dura del club, casi 220 kilómetros bordeando los 4000 metros de desnivel.

El viernes por la tarde partimos desde El Prat los cinco valientes escaladores; Jaume se erigiría el máximo relevador en los tramos motorizados llevándonos en su espaciosa furgoneta cual autocar de equipo Uci Pro-Tour. Millán fue otra figura fundamental encargándose del aprovisionamiento en ruta para el día siguiente, cargando gran cantidad de alimentos y bebidas que permitieron derrotar al calor y a las rampas francesas. Fran y Moi también estaban allá y Manel los unía a todos y los ataba a las tinieblas.

Al llegar a la bella población de Martinet, donde tendría lugar el cuartel general, nos encontramos que quien iba a ser nuestro avituallador en el coche causaba baja por circunstancias de dudosa credibilidad, pero, apareció entre la maleza la figura del fin de semana, nuestro campeonísimo Solís fue nuestro ángel de la guarda durante toda la ruta del día siguiente aportando su coche y su gasolina. Después de la cena y de la obligatoria, para algunos, jarra de cerveza y orujo, nos retiramos a descansar para la paliza del día siguiente.

Aparentemente, el sábado hacía buen tiempo, cielo despejado y temperatura matutina fresca pero sin congelar. Así pues, Moi, Jaume, Fran y Manel se dispusieron a iniciar la ruta saliendo de Martinet en dirección Andorra. Millán, cual hobbit, no se desprendería de las provisiones y acompañó en coche a Solís hasta la cima del Envalira donde se incorporaría al grupo ciclista. Desafortunadamente, el primer contratiempo no tardó en llegar; apenas habiendo rodado unos 25 kilómetros, en un tramo de obras, un arcén mal señalizado (o no señalizado), hizo que Manel sufriera una fuerte caída. Básicamente se trató de chapa y pintura, pero, el susto fue considerable llevándose un buen golpe en el costado izquierdo, así como en el codo y mano. No obstante, se recuperó la normalidad y al cruzar la frontera andorrana emprendimos la primera ascensión del día, el larguísimo Port d´Envalira.



Una vez reagrupados en la cima, habiendo recuperado energías, y con Millán a bordo de su Time, iniciamos el largo descenso hasta la población francesa de Ax les Thermes, mítica parada del Tour de Francia en múltiples ocasiones. Ya se intuía entonces que el día sería duro básicamente por el calor constante al que nos veríamos sometidos en breve, así que, justo al llegar a pie de Col de Pailhères, volvimos a tirar de avituallamiento para afrontar con energías la subida.



Unos ya conocían la dureza del puerto in situ, otros se la imaginaban, pero ciertamente el Col de Pailhères es una subida infernal. Puede ser que los 70 kilómetros previos (con Envalira) hicieran su daño, así como el calor, pero los casi 20 kilómetros del Pailhères con, sobretodo, sus infernales 6 kilómetros son lo más duro que se ha subido este año con el club, dejando en entredicho la dureza de otros puertos con más renombre como el Tourmalet. Aún así, llegamos a la cima sanos y salvos y después de un peligroso descenso nos adentrábamos en la parte final del recorrido.

Así pues, llegó el Col d´Ares y más repechos y repechos (parada para engullir un melón incluida), para finalmente afrontar los últimos 50 kilómetros, en principio favorables, hasta Martinet. No obstante, el viento nos atacó sin piedad y superar los 40 k/h en tramos de bajada era una auténtica odisea, así como el tramo final de subida al albergue en Martinet al 10%. Aún así, todo fue un éxito, así como la cena en la bella población de Aransa y el paseíto que nos metimos al día siguiente por los bellos paisajes pirenaicos. Después de otra copiosa comida donde el buen ambiente fue el protagonista, emprendimos el viaje de regreso con la intención de repetir la ruta en años venideros.

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