lunes, 30 de abril de 2012

Crónica Escalada al Mont Caro


El domingo 3 valientes nos dispusimos a afrontar uno de los puertos mas duros de Catalunya, el temible Mont Caro.
Tras un sábado de lluvias y viento nos amaneció un dia espléndido. a las 6:30 de la mañana 3 intrapidos y osados ciclistas, Miguel Angel Izquierdo, Diogo longhi y el narrador de la proeza nos dimos cita en la plaza de la vila. el ambiente era tenso, los tres sabiamos que nos afrontabamos a un gran desafio y los tres queriamos coronar al coloso en primera posición. La conversación en el trayecto hasta L´Aldea fué de miedo escénico, que si he pasado dolores, que si no he entrenado.... una vez llegados al punto de salida, procedimos a desayunar, cada uno de nosotros pedimos según las exigencias de nuestro organismo. Una vez finalizado el desayuno, y pagando muy deprisa por las ansias de salir nos dirigimos a la furgo y descargamos las bicis, el aire se podía cortar, observabamos con disimulo el materal de la bicicleta rival para hacernos a la idea de las ventajas y desventajas que ibamos a tener...una vez montadas salimos rápidamente a la caza del puerto. La salida fué frenética, la velocidad era brutal! los relevos iban y venian y el cuentaquilometros no dejaba de sumar metros y metros y en la pantalla se reflejaban numeros que asustaban!!!


llegabamos a pie de puerto y entrabamos a una carretera bacheada, con agujeros de tamaño de crateres y tierra por en medio pero eso no parecia importarnos, seguiamos obcecados en hacer sufrir el uno al otro, la bicicleta temblaba bajo nuestras piernas y las manos eran casi incapaces de soportar el trapiteo del manillar.... por fin llegabamos a una zona con buen asfalto y pareció calmarse todo...pero solo lo pareció! tras unos metros de dura subida de inicio de puerto observandonos los unos a los otros se procedió al gran suplicio. El primero en decidirse fué Miguel Angel, que arrancó con rábia al mas puro estilo Carlos Sastre, cada pedalada que daba hacia saltar el asfalto a su paso, Diogo y yo impresionados por tanto poderío nos miramos atónitos sin decidirnos a seguirle, finalmente Diogo en un acto de valentía decidió ir a su caza y a su rueda y sin separarme ni un centímetro salí yo, tras unos minutos agónicos dimos alcance a la rueda del escapado,. pareció entrar todo en un momento de calma, pero sin poder coger demasiado aire Diogo, haciendo alarde de su don de escalador arranco y puso un ritmo durísimo, tanto Miguel Angel como yo hicimos lo posible por seguir su rueda, estabamos al limite, los ataques eran continuos, primero uno, luego el otro...en lo alto de una roca una cabra observaba nuestro frenético paso y se quedaba p"petrificada" al observar nuestra velocidad.

La carretera no bajaba del 10% y aquello parecia que no podia subir mas, pero cuando ya creíamos que lo peor estaba hecho llegamos al cruce maldito, allí un pequeño letrero indicaba que quedaban 3,8 kilometros para la cima, tres kilometros para alcanzar la gloria! la carretera se estrechaba y el asfalto se volvia rugoso y agrietado, los tres nos vigilabamos y ninguno se atrevía a atacar, la dureza de las rampas era brutal, aquello empezaba a transformarse en un auténtico infierno. el ritmo era trepilante, al mas puro estilo de las grandes boucles, la gente se amontonaba en los bordes de la calzada a nuetro paso, los animos del publico nos hacia coger mas fuerza y solo dejaban un pequeño pasillo a nuestro paso donde se podian leer nuestros nombres escritos en el asfalto. los tres valientes íbamos al límite de nuestras fuerzas y todo se iba a decidir en un sprint final. la carretera no daba tregua, cada curva era mas inclinada y al fondo, allí a lo alto, pero a la vez muy cerca, se divisaban ya dos antenas roji blancas que a los tres nos recordaron la proxima final europea entre atletico y atletich....cada vez quedaba menos para el final y los nervios se notaban en cada pedalada, finalmente arrancamos los tres a falta de escasos 100 metros, codo contra codo disputando ese primer puesto, 20, 15, 10, 5 metros para la cima! increíblemente sucede lo inexplicable, los tres llegamos a la vez. eso claramente no nos contenta a nadie. tras el ritual fotográfico y gozar un rato de las maravillosas vistas que hay desde arriba del Mont Caro decidimos comenzar el descenso.


La bajada fué vertiginos, agonizante, escalofriante, una curva, otra, a contracurva, el asfaltao saltaba a nuestro paso, las llantas se calentaban y los frenos chirriaban, los derrapes eran constantes y nos pasabamos mutuamente para así agonizar y acelerar mas la bajada... llegabamos a la zona de bacheado y eso no pareció importarnos, seguiamos descendiendo inconscientemente con la única fijación de ganar el sprint a L´Aldea. una vez pasado el malísimo tramo de grietas, parches y agujeros llegabamos a la carretera que nos conduciría a nuestro punto de partida. era una autovia ancha, que dejaba pasar el viento en contra, los relevos cada vez eran mas duros, hasta la proximidad de la meta, donde empezamos a dar bandazo de un lado a otro de la carretera en forma de continuos ataques. los coches que iban detras atónitos ante tal expectaculo solo visible en algunas ocasiones por televisión nos animaban, el sprint estaba al llegar y la meta rebosante de gente aplaudiendo la llegada de los ciclistas, finalmente me decido a lanzar el sprint y la sombra me permitió observar que los dos amigos(en este momento rivales) me seguin, solo quedaban escasos 20 metros la velocidad del sprint era estrepitos, temblaba todo, el "clac- clac" de los piñones buscando el desarrollo aprpiado era continuo, 5 metros para la gloria y finalmente la rueda de "piiiiiii" consigue la victoria!!!! solo nos queda dar la enhorabuena
Pues bien, nada de esto es cien por cien real, pero lo cierto es que pasamos un dia fabuloso, con un dia excepcional, sol, sin viento y con un puerto que realmente es tan duro como lo pintan. merece mucho la pena subirlo y espero que esta "crónica" ayude a que para la próxima se apunte mas gente. lo cierto es que faltó eso, mas gente.

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