Nuevo reto ciclista completado, la primera etapa de julio y otra de gran kilometraje. El elemento más incómodo del pasado domingo, el sol, no estuvo presente hasta bien entrada la vuelta así que eso facilitó el camino para nuestro 11 de gala del día, ayudados también por dos jugadores cedidos. Bien pronto, la primera ascensión del día, Begues siempre se hace duro aunque la mayoría optamos por un ritmo sosegado con el objetivo de conservar el máximo de energías posibles. Ahora bien, la humedad era altísima y aunque el cielo estaba muy cubierto, la sensación de calor nos acompañó todo el día. El tramo de Begues hasta Avinyonet fue otro cantar, esta vez la velocidad fue la protagonista, aunque una vez el grupo se hubo reunificado a pie de la N-340 el ritmo fue más tranquilo. Ya pasado Sant Martí de Sarroca la carretera fue picando constantemente hacia arriba y cada uno subió La Llacuna como pudo o quiso. Después de un merecido almuerzo y de un intento de deserción fallido, casi todo el grupo volvió por donde se había previsto, es decir, por la parte más dura. Primero un descenso y más tarde una calurosa ascensión al Ordal, con su consiguiente bajada y llegada típica al Prat por Sant Vicenç, fueron los últimos kilómetros de los más de 150 del día.
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